Luis Alberto Lacalle Herrera
Prólogo en Homenaje del libro “José Irala. Política y diplomacia paraguaya a principios del siglo XX”. Luis María Duarte. Intercontinental Editora. Asunción, Paraguay 2014.
Su vida fue cortada en flor. La Divina Providencia así lo dispuso y en lejanas tierras del Asia Luis María encontró un final anticipado a su vida. Todos los que le conocimos, los que tuvimos el privilegio de su amistad sabemos que en su breve pasaje por el mundo nos mostró cualidades de excepción.
Una inteligencia libre de pedantería, una calidez humana que no iba en desmedro de su cerebro analítico, unos pocos años con la madurez de muchos.
Una simple lectura de la larga lista de sus trabajos en el Paraguay y fuera de él, muestra una capacidad fuera de lo normal. Sus misiones, su tarea docente, sus escritos llevan a plenitud su treinta y tres años… ¡la edad de Cristo!
Iba hacia lo alto, hacia las más altas cumbres del quehacer político. Tan alto que allí quedó, en el hogar del Padre Eterno que lo quiso junto a él prematuramente.
Misterio divino ante el que nos inclinamos pero manteniendo junto a nosotros el calor de su afecto y la luz de su talento.
El Paraguay ha sufrido una pérdida, el Paraguay ha quedado como un ejemplo.